El bosque oscuro
En la noche de luna oscura viene a buscarme la Guardiana de los sueños, esta vez viene a mostrarme el mundo de las profundidades de la Tierra.
Me conduce al bosque oscuro y profundo, en el que es tu propia percepción e intuición la que guía tus pasos y el silencio es tu mejor aliado.
Ese bosque es tan oscuro que se asemeja a una cueva, en él me siento en el vientre de la madre tierra.


Aparece frente a mi una puerta, la Guardiana me invita a cruzar el umbral. Accedo a ella por el tronco de una anciana abeto. Esa anciana es la bruja, la que sabe, la que reina en ese bosque oscuro, la que me trae toda la sabiduría de esa oscuridad. Accedo a la puerta bajando por el interior de su tronco, a través de sus raíces. Las piedras que encuentro bajo mis pies me van dando respuestas, verdades universales que están cuidadosamente protegidas y resguardadas por esa anciana abeto.
Llego a un espacio en el que la Guardiana me invita a descansar, un agujero, un nido envuelto por una tela aterciopelada roja, brillante y suave, en contacto con la Madre tierra. Me dispongo a tumbarme, para así sentir el contacto de la tierra y fundirme en ella.
Escucho la voz de la abuela abeto que me cuenta...

“Este es el lugar dónde sembrar tus sueños, tus propósitos.. Cada vez que tu sangre menstrual aparezca, puedes volver aquí a este lugar, y en esta tierra sembrar con tu sagrada savia rubí, todo lo que anhele tu alma femenina. Todos los sueños de tu linaje que fueron castrados, pueden florecer con tu siembra, honrando a tus ancestras, liberando las memorias de dolor, de sufrimiento, de abuso… estas pueden transformarse en alegría, gozo y placer por la vida, llegando a materializar todo lo que tu alma femenina y tu sagrada esencia de mujer ha venido a sembrar y a florecer en nuestra Pachamama. Te entrego esta piedra, las piedras son abuelas, son antiguas llenas de sabiduría, ella te ayudará a conectar con este silencio y con este lugar, cuando te sientas perdida, sostenla en tu mano y deja que ella te muestre el camino a seguir...
Agradezco a esa Anciana que me sostiene y me cuida, y me siento en la profunda oscuridad uterina que reina en ese lugar. En el vientre de la Madre Tierra...
Y la Guardiana Onírica me lleva en un profundo viaje con el sonido de su tambor, el sonido del corazón de la Tierra, me envuelve y me siento en casa..."
Mensajes de la Abuela Abeto
Rebeca Barros